sopa de pescado |
El restaurante, que cuenta con dos comedores, uno con mesas cuadradras y otro con mesas alargadas, y servicio de bar, conserva una cocina tradicional a base de productos frescos.
Cuando fuimos a comer habíamos tomado un par de pintxos en el Gran Sol a modo de aperitivo y al llegar estaba bastante lleno pero afortunadamente había sitio en el comedor de mesas alargadas.
Tenían sopa de pescado casera y nos pareció buena opción para templar el estómago. Nos decantamos por unas anchoas y rodaballo, ambos del día, para continuar.
Como habíamos aprendido a comer el rodaballo en un viaje anterior al Elkano en Getaria, solo dejamos las espinas que no nos comimos porque desde luego, la frescura de la pieza era indiscutible, y consiguieron muy buen punto de cocción.
Otro lugar para recordar que se puede volver a visitar.
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