A éste lugar quería ir Iker y por eso nos desplazamos desde Chiclana hasta Sanlúcar al comienzo del viaje de vuelta de vacaciones en 2012. Está en la plaza del Cabildo, y hay sitio para sentarse dentro o terraza en la plaza. Tiene un mostrador tremendo con el género que cocina, jamones colgados y una decoración castiza de esa que no a todo el mundo gusta pero es la seña de identidad de un lugar.
Comimos unas "ortiguitas", unas tortillitas de camarones, croquetas, gambas y jamón, ausente en la fotografía. Acompañado por una bolsa de picos.
Por no variar, estaba todo bueno.
Y después de esta degustación de despedida emprendimos el camino de vuelta, con parada en Toledo.
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