De Sanlúcar a Toledo


La variedad de los paisajes que hay a lo largo y ancho de la península me tiene embelesada y no dejo de sorprenderme cuando los vuelvo a ver o miro las fotos que, aunque no hagan justicia muchas veces, ayudan a transportarte y revivir el momento.

Creo que ya he escrito que el paisaje andaluz es muy heterogéneo. Hay de todo, campos de diversos tipos y por tanto colores, toros de verdad, toros de mentira, Tío Pepe, caballos, burros de verdad y alguno de mentira, parques naturales.
Cuando cruzo Andalucía quedo alucinada.








Hasta que llegas a Despeñaperros. Se puede decir que hay un antes y un después de Despeñaperros.




Al llegar a Castilla me acuerdo de Machado.


Tras un rato más de carretera, llegamos a Toledo, que en esta ocasión disfrutamos "desde la barrera".




Al día siguiente, descansados, continuamos el camino atravesando los campos de Castilla y Soria, vigilados por los toros guardianes de la carretera.







Me gusta intentar captar los toros con la cámara. Hay muchos por toda la península


 

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