Este año (2014) las vacaciones han sido raras y en vez de hacer dos viajes hemos hecho tres.
A contracorriente
El caso es que hemos estado tres días en Donosti y lo hemos hecho distinto a otras veces. Al llegar fuimos directos a comer a Astigarraga, a Casa Roxario.
Después fuimos a la pensión, hicimos la entrada, dejamos el equipaje y me lesioné un poco el dedo del pie izquierdo; ya no lo muevo como antes.
Como el pie estaba caliente, salimos a dar una vuelta por Gros, esta vez con el objetivo de encontrar una carnicería que había leído u oído nombrar a David de Jorge, y ya de paso, más tarde, picar algo para cenar.
A nosotros nos hizo buen tiempo a ratos; teniendo en cuenta que pocos días antes un temporal se había vuelto a tragar el paseo nuevo, hizo bueno.
Ese recorrido este año no lo pudimos hacer, pero dimos más paseos por la Concha aunque breves, sin llegar al Peine del viento, por la amenaza de lluvia intensa que estaba sobre nuestras cabezas y la lesión del dedo.
Aún así, tapeamos por Gros, por la Parte Vieja (Bar Néstor) y fuimos a comer alubias a Tolosa.
Un viaje breve pero intenso, del que nos llevamos carne, pescado y hortalizas para seguir disfrutando en casa.
Fueron unos días maravillosos en una ciudad que no falla y si se deja ver iluminada por el sol, te embriaga de buen humor.
Tras unos meses en leve ascenso y después del viaje por Castilla y León, puedo afirmar sin ninguna duda que estoy ganando peso.
En San Sebastián hemos estado varias veces y he hecho las mismas en distintas ocasiones. Lo difícil es localizarlas todas.
La playa de la Zurriola es donde iríamos si el tiempo acompañase cuando visitamos la ciudad. Hay surfistas todo el año.
Desde el 2008 muchas de estas imágenes son historia. Han puesto carril bici por todo el paseo, han hecho aparcamientos, han remodelado varias veces el paseo nuevo...
Y lo que queda.
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