Madrid



Fue el fin de semana del 15 de agosto de 2010.

No pudimos elegir mejor fecha para la (mi) primera visita a la capital. La muchedumbre me agobia y la ciudad estaba casi desierta, de manera que las distancias parecían cortas. Cruzamos la Castellana en un momento, sin a penas parar en semáforos y pudiendo hacer fotos desde el coche, sin posibilidad de repetir porque no frenamos.







Yo diría que vi todo porque vi mucho. Me faltó otro tanto, pero pasamos por museos, palacios, la Castellana de arriba a abajo, la Cibeles, la Puerta del Sol, torres, rascacielos, el Retiro, la Plaza de Toros de las Ventas, el Santiago Bernabéu, el Mercado de San Miguel, Gran Vía, la Milla de Oro, Serrano, que estaba en obras...

Puede sonar un poco paleto, pero los nombres de las calles me suenan del Monopoly, resulta entrañable. Me sentí un poco Paco Martínez Soria, sin gallinas, eso sí.

















Llegamos por la tarde, fuimos a casa de nuestros amigos y cuando se escondió el sol salimos a cenar. Conocer una ciudad de noche es raro. Las cosas resultan familiares pero a la vez cuesta reconocerlas; al día siguiente la ciudad parece distinta.                                                                                                                                                              
Nos llevaron a cenar al Asador Donostiarra. Es un sitio con solera, o lo aparenta, del que no sales con hambre. Supongo que estuvieron pensando dónde llevarnos. Aquí el míster se ha labrado fama de buen comedor, comiendo sólo lo que le gusta, eso sí. Al principio era un poco limitado. Lo bueno es que ya ha abierto su mente y ahora prueba todo.
Unos crían la fama y yo me pongo morada.



Me gustó Madrid. Probablemente porque estaba casi vacía. 
Como he dicho, fuimos al Mercado de San Miguel. Había bastante gente. Dimos una vuelta por los puestos de comida, nos compramos un pez, nos lo cocinaron, nos lo comimos y seguimos dando vuelta por los otros bares y puestos. Tenían piparras, a precio de trufa, eso sí. Antes del viaje de vuelta, compramos un montón de croquetas de muchos sabores. Fue nuestra cena; después pensamos hacer un poco de dieta. Pensamos mucho.




El Retiro
Torre PwC
Después de comer en el mercado, fuimos al Retiro. Hacía calor pero se estaba bien a la sombra de los árboles. Había bastante gente paseando en las barquitas.

No me veré en otra igual. Es curioso. Te paras y se para gente. 

Plaza Mayor
Las  Ventas
Reloj de la Puerta del Sol
Santiago Bernabéu

Este año (2014) cuando íbamos en dirección a Cáceres cruzamos Madrid sin querer. Menos mal que era domingo a mediodía y no había demasiado tráfico. Pudimos comprobar que seguía todo en su sitio pero no hice fotos porque estaba mirando el gps.

Ya he estado en Madrid. En el centro, pero ya he estado.



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