La primera vez que entré me sorprendió la decoración del restaurante. Barcos, partes de barcos, instrumentos de barcos...
En el Paseo la Mina de Zaragoza, junto a la plaza de los Sitios donde encontrarás aparcamiento con suerte, se encuentra el restaurante Pantxica Orio, de cocina vasca. Recomendable por el pescado, la chuleta, la tortilla de bacalao, los pimientos, las colitas de cigalas, las kokotxas y la pantxineta. A mí me gusta más sin chocolate.
Seguramente me he dejado algo ¡el pulpo!
Hemos ido varias veces para celebrar ocasiones especiales puesto que no es un restaurante barato, y seguro que repetiremos ya que es una apuesta segura. Actualmente tienen un menú que está bastante bien.
Estas fotos corresponden al mes de febrero de 2014. Las del interior son de una noche bastante anterior, un día que celebramos mi cumpleaños. Iker se lió y adelantó un mes el aniversario de cuando empezamos a salir pero quitarle de su error no sirvió de nada porque cualquier excusa es buena para celebrar algo y a mí no me gusta celebrar san Valentín, que ya había pasado.
Habían preparado una crema de puerros que servían como aperitivo.
Pedimos un poco de sus fritos: colitas de cigala, anchoa rebozada y croquetas de morcilla sobre crema de alubias que está de vicio.
Ensalada de pulpo: pulpo, pimientos y patata. Es una ensalada templada.
Esta vez no pedimos tortilla de bacalao, aun está buenísima, porque la teníamos reciente, pero es un plato que no puede faltar si comes aquí.
Despues kokotxas. Kokotxas con gorringo. Otro espectáculo de la gastronomía. Cuando mezclas el huevo... todo cambia.
Y como lo siguiente era cogote de merluza, pedimos para acompañar un txacolí. No tenían Txomín Etxaniz y nos ofreció K5, el txacolí de Karlos Arguiñano. Está bueno, a mi me gusta más el Txomín porque es más dulce, más afrutado y peligroso.
La vajilla de flores, seña de identidad del restaurante.
Esta es la penúltima vez que hemos estado, por ahora. La primera entrada de un restaurante que no falla.
Una vez fuimos para celebrar mi cumpleaños. A cenar. Un poco repetitivos, pero qué le vamos a hacer. Como era mi cumpleaños, el cocinero puso velas en la Pantxineta. No tenía muchos números, así que, rejuvenecí levemente.
Por supuesto que en las visitas anteriores había hecho fotos de los platos. Se las merecen.
En una visita con unos amigos, pulpo, pimientos con salsa de pimientos, tortilla de bacalao, colas de cigala, chuleta, tremenda; y pantxinetas: con chocolate y sin chocolate.
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