Este bar lo teníamos cerca del hotel , en la calle San Antonio. Queríamos probar su bocado de autor, un "Flautín de chapata" que llevaba pollo asado, albahaca, tomates secos y queso emmental horneado en grill para fundirlo y que cruja el pan.
Llegamos pronto, sobre las siete y media o algo así. Llevamos horarios raros pero acabábamos de salir y había que empezar porque si no, se hace tarde.
Como llegamos pronto, tomamos asiento en unas banquetas frente a la barra, repleta de pintxos. El bocado no lo servían hasta las ocho, así que picamos algo para hacer tiempo.
Todo bueno, el bocadillo estaba delicioso. La espera mereció la pena.
Entre tanta oferta la tarea de elegir un bocado se vuelve imposible; menos mal que tuvimos varios días para probar muchos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario