Frente al Kursaal, en la Avenida de la Zurriola, da la sensación de que este lugar ha ido mejorando. Quizá antes fuese mejor y sólo lo han reformado un poco.
Entramos en un par de ocasiones en el viaje de 2014.
Vimos que hacían arroces, platos del día y variedad de pintxos fríos y calientes. Una vez dentro, tienen tortillitas, ortiguitas, gamba blanca y otras delicias típicas del sur.
Probamos cosas en diversos momentos del día.
Probamos su pincho de mini hamburguesa.Teníamos cómo valorarlo. Puede estar bueno, o no. Este estaba bueno.
Un risotto con ausencia de color, que no ayudaba demasiado a conquistar por la vista pero estaba bien. A mí me pareció que sabía mucho a leche ¿!?, pero al amante del arroz le gustó.
Parecen ortiguitas, pero no recuerdo haber comido allí; es algo que no nos llama a ninguno.
Creo que he dejado pasar demasiado tiempo antes de recordarlo.
Probablemente no habíamos entrado mucho porque está muy cerca de la pensión y no lo habíamos incluido en ninguna ruta de las que hacemos, pero el dedo dolorido nos hizo hacer cosas atípicas.
Se puede tener en cuenta. El tartar de atún estaba delicioso.
Ahora se llama de otra manera pero el local sigue siendo restaurante.
Y le han vuelto a cambiar el nombre. Dos veces.
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