Restaurante 33 (Tudela, Navarra)

Aprovechando un puente en marzo de 2016, fuimos con total premeditación a Logroño para tomar unos pinchos, comprar carne, vino y comer por ahí. Un gran plan.
Nos levantamos pronto, sin madrugar. Desayuno en casa con zumo, café y pastas para coger energía y en marcha.
Salimos media hora después de lo pensado. El camino hasta Logroño resultó un paseo agradable en un bonito día y con buena compañía. Llegamos sin problema hasta el parking del Espolón. Meter el coche dentro costó más de lo imaginado porque había barreras que atravesar y mucho movimiento de vehículos y personas. Al final en Logroño estuvimos un pincho menos de lo planeado por la media hora de retraso con la que salimos, y con la compra realizada, nos fuimos a Tudela, a comer al Treintaitrés.
Otro lugar para recomendar.
















No he descrito los platos, no hace falta.

Aquí tenemos que volver.

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