Aunque vamos a desayunar prácticamente todos los días y siempre nos llama la atención el plato del día que preparan, normalmente comemos por donde hemos ido a pasear y no pasamos del pincho de tortilla y el completo. La torrija que preparan te deja sin hambre hasta la hora de merendar.
Este viaje fue diferente desde el principio y como llegamos un poco tarde, a la hora del "segundo turno", dejamos la maleta y fuimos a comer.
Algo "ligero" después del viaje. Comimos tres pinchos de entrante: ensalada de bonito con tomate, tortilla y carne con tomate.
Como plato fuerte una brocheta de pulpo. A la brasa. Buenísimo. Sin palabras.
Y de postre arroz con leche.
Esto hizo que los siguientes días fuésemos a desayunar a la pastelería que hay al otro lado del río sin que nos diese mucha pena. Tienen zumo de naranja natural.
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