Aunque en todas nuestras visitas a Córdoba hemos pasado por las puertas y en una ocasión cruzamos el patio, no habíamos realizado una visita al interior. Bueno, aquí el que me lleva a los sitios sí había estado pero hace tiempo.
La zona de la Catedral es preciosa, con luz natural.
Fuimos a primera hora, antes de la misa de las 9:30.
Me limito a subir las fotografías que hice con el teléfono.
No nos quedamos a misa. Era temprano y nos fuimos a tomar un buen desayuno antes de recorrer la judería y quién sabe, ampliar el radio de lo que conocemos.
El sonido de las campanas era tremendo. Si te quedas un poco traspuesto después de haber conocido el interior de la Catedral, que es un museo, te despierta. O te deja medio alelado hasta mediodía.
Esta visita fue la razón por la que pasamos dos noches en Córdoba. Para levantarnos temprano, ver el interior del lugar frente al que nos hospedamos y rodeamos de forma mecánica, comer en algún restaurante al que no habíamos ido y repetir visita en los que nos han dejado huella... aprovechar el día.
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