Restaurante El Churrasco (Córdoba 2015)

Primera parada en Córdoba nada más hacer la entrada del hotel, con algo de hambre, Restaurante El Churrasco. Una casa grande hecha restaurante. En la planta baja el bar y subiendo unas escaleras los comedores. Y la cocina.

La bienvenida te la da el género, para abrir boca.

El bar estaba bien pero nos apetecía comer sentados.

Una vez acomodados, comenzamos. El comedor estaba medio abierto por una claraboya. En la mesa de al lado había un grupo de personas de la misma oficina. Altos cargos y un pez fuera del agua.

Comenzamos con el indispensable salmorejo cordobés. Tomo como referencia el de Bodegas Campos porque me sorprendió cuando lo comí por primera vez, tiene un sabor y una textura digno de recordar, lo he probado en diferentes ocasiones y siempre está bueno.

Este salmorejo está muy bueno. No tiene nada que envidiar al otro.

Continuamos con un tartar de wagyu que no defraudó en absoluto, una degustación de carnes acompañadas de salsas, una picante y otra no, y para terminar sorbete y tarta de queso de postre.

Se había puesto un poco pesado con venir a comer aquí pero mereció la pena. 

Otro sitio con encanto que te ofrece buen producto.

Volvimos para cenar de tapas y la experiencia no defraudó. Más asequible por la posibilidad de tomar tapas, raciones y medias raciones.

Quizá merecería una entrada propia.

Fuimos a cenar al día siguiente, después de haber abierto el apetito en La Tranquera. Nos pusimos morados.



 Pedimos berenjena con salmorejo. Habíamos leído que estaba muy rica y no engañaban. También rabo y un poco de carne a la brasa.

No se a cuántos platos había acompañado esa patata.

Después de cenar, fuimos a tomar una por no irnos a la habitación y de allí a descansar para emprender el viaje de vuelta a casa con buen ánimo.