A Somo, localidad de Ribamontán al Mar en Cantabria, nos llevó el Tom Tom en el 307 en 2008. Era la provincia de la Cornisa Cantábrica que nos faltaba por conocer un poco.
Probablemente fuimos directos; la mayoría de las vías eran unidireccionales, era de noche, te fías de lo que te dice y haciendo caso de las indicaciones, en un momento dado se escuchó lo de "ha llegado a su destino" y era cierto.
Me sigue maravillando el paisaje de colores intensos
Nos hospedamos en la Posada de Somo. Una maravilla.
La playa de Somo es enorme. En verano se celebra un Derby hípico. Desde ella se ve Santander perfectamente y hay un ferry que viaja directamente. Nosotros al final, a Santander fuimos en coche.
Conocimos bien las cuatro calles que hay de camino de la Posada a la playa. "El Galeón" estaba en esas calles, por lo que los días que estuvimos los pasamos en ese círculo sin necesitar más. Un lugar muy recomendable que no ha fallado cuando lo hemos hecho. No puedo creer que no encuentre las fotos que hice, como tampoco puedo pensar en Somo o en Cantabria sin pensar en el Galeón. La ensalada de bacalao es espectacular, como todo lo que probamos. Tienen una pecera con las piezas de la carta.
Esas almejas son de allí. Las demás fotos, no se dónde están, pero recuerdo perfectamente la ensalada de bacalao, servida en una fuente, con un taco de bacalao más grande que mi puño en el centro, buenísimo, muy bien aliñada.
A poca distancia de la Posada había un bar con una terraza pequeña donde disfrutamos del atardecer un par de tardes.
Mucha playa. Fue mi primer viaje de playa con mi novio. Tenía mucho que aprender y también tenía que comprar bañador. O bikini. Algo más moderno, o simplemente menos juvenil. No me gusta mucho la playa. Ni el sol. A la playa fuimos; al sol.
El bikini me lo compré en Folegandros, en el viaje de novios. Todavía lo tengo; soy una nostálgica.
Y después a comer, a dar una vuelta y a la playa. Menos el día que fuimos a Santander.
Gran viaje. Una comunidad para visitar en alguna ocasión si es posible. Difícil fallar en la elección de la localidad que escojas.
Aquí hice más fotos: en Santander, a la playa y al casino como mínimo. En el restaurante, a todo lo que comimos. El misterio de las fotos que desaparecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario