Como colofón del viaje que hicimos al sur en septiembre de 2016, después de cuatro días de relax en Zahara de los Atunes y un viaje relámpago cultural a Sevilla con la visita programada a los Reales Alcázares, fuimos a Córdoba a sabiendas que el descanso estaba garantizado en el hotel Caireles y que íbamos a comer cosas ricas.
Llegamos a la hora de comer y como no teníamos nada pensado, fuimos al Mercado Victoria. Creo que buscamos pero era mala hora.
El Mercado Victoria no está mal. Barato no es, bueno, depende. Está bien.
Comimos allí, que había sitio. Unas empanadillas criollas, unas gambas, unos chipirones fritos y algo más seguro, pero por lo que sea no tengo prueba gráfica.
En esta visita a Córdoba andábamos algo cansados con el tute de Sevilla y al parecer guardamos la cámara.
Nos centramos en la zona de la plaza de las Tendillas. Después de comer fuimos paseando al hotel y por la tarde salimos a dar una vuelta por calles por las que normalmente no paseamos y cenamos en la misma plaza, en el Gran Bar.
Fue un acierto, y al día siguiente desayunamos allí antes de emprender la vuelta.
Esta visita fue relámpago. Continuábamos de vacaciones por unos días y volvíamos a casa. Felicidad.
El Mercado Victoria no está mal. Barato no es, bueno, depende. Está bien.
Comimos allí, que había sitio. Unas empanadillas criollas, unas gambas, unos chipirones fritos y algo más seguro, pero por lo que sea no tengo prueba gráfica.
En esta visita a Córdoba andábamos algo cansados con el tute de Sevilla y al parecer guardamos la cámara.
Nos centramos en la zona de la plaza de las Tendillas. Después de comer fuimos paseando al hotel y por la tarde salimos a dar una vuelta por calles por las que normalmente no paseamos y cenamos en la misma plaza, en el Gran Bar.
Fue un acierto, y al día siguiente desayunamos allí antes de emprender la vuelta.
Esta visita fue relámpago. Continuábamos de vacaciones por unos días y volvíamos a casa. Felicidad.
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