Logroño (La Rioja)



Comenzamos 2015 poco a poco pero temprano y el primer viaje lo hacemos en febrero, a Logroño.

Una visita muy rápida, de un día.

La idea era comenzar comiendo en "La Venta del Moncalvillo" y pasear por la tarde por Logroño.





Llegamos por la mañana, aparcamos en un garaje público cerca del hotel y dimos una vuelta. Fue muy fácil llegar al meollo.
Entramos en el mercado confirmando la visita del día siguiente y antes de dejarnos atrapar, fuimos al restaurante donde habíamos reservado. Por la tarde volvimos, nos recorrimos las calles, merendamos y cenamos.






La comida fue abundante mas no impidió que catasemos una muestra variada de pinchos y tapas en distintos bares.





Al día siguiente por la mañana desayunamos, fuimos al mercado a llenar la nevera y con las compras hechas, emprendimos la vuelta a casa.






Por la noche invitamos a unos amigos a cenar.


Un viaje que deberíamos repetir, programando la vuelta un día de mercado.





Viaje que en marzo de 2016 se ha transformado en visita de unas pocas horas para comprar carne, vino, tomar unos pinchos y volver a casa para seguir disfrutando, pasando por el Restaurante 33 de Tudela para vivir una experiencia que recordar siempre. Logroño no está tan lejos si vas por autovía, pero hay que aprovechar el viaje para que merezca la pena.
En el mercado compramos las chuletas y de paso unos pimientos que asados estaban deliciosos.
Una vez allí y tras estar más tiempo del deseado en el parking pues había mucha gente, muchos coches, muchas barreras que pasar, tomamos unos pinchos antes de ir al mercado en un par de bares de la calle San Juan.


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