Venecia (2ª parte) (Italia) Luna de miel (II)

Después de viajar en tren desde Florencia sin contemplar los paisajes porque venció el sueño, comer un trozo de pizza en la calle y dar el paseo en góndola, nos quedaban unas horas de estancia en Venecia hasta salir hacia Atenas al día siguiente. Nos ceñimos al plan: visita a la plaza de San Marcos, y búsqueda del restaurante recomendado para cenar.

Se hizo de noche. Seguía siendo septiembre pero un día más tarde; normal. Guiándonos con un plano, llegamos rápidamente a la "Piazza San Marco".

Había buen ambiente: gente y música en directo. La cruzamos y fotografiamos y nos dirigimos a localizar el restaurante Do Forni. Las tiendas que sobreviven junto a la plaza estaban abiertas. Incluso las de ropa cierran tarde.

SantaMaria della Salute

 

Llegamos al restaurante y entramos. Pasamos al comedor cruzando la entrada del restaurante y una calle como un pasillo donde había una mesita con una flor, una vela y un cenicero. La ley antitabaco estaba recién aplicada.

En el restaurante casi todos los comensales eran italianos que desfilaron varias veces hacia el pasillo durante la cena. Estábamos tan entretenidos y cerca de los vecinos de mesa que no sacamos fotos de los platos, ahora que recuerdo, ni salimos a fumar. También habíamos perdido la costumbre.

Merece una entrada pero no tengo material gráfico suficiente. El lugar me pareció original, un tanto estrecho. Los comensales, también. Tez morena, pelo moreno engominado, brillante, camisa ligeramente abierta, chapón al cuello, pelo cuidado en la cara. Había varios. Ellas, ajustadas. Supongo que como hay que ir a un sitio de esos para no comer demasiado. Al final de la cena mi esposo fue al lavabo, yo no tuve la necesidad. La cocina estaba a la vista aunque se veía desde pocos sitios.

Pedimos raro pero estaba bueno. La ignorancia hizo que pidiéramos un entrante individual para compartir. Por el precio dimos por hecho que habría suficiente cantidad como para poder compartir el contenido; seguimos en nuestras trece a pesar de que el camarero nos preguntó 2 veces si estábamos seguros y no queríamos otra cosa. El plato consistió en 2 vieiras, 2, sobre plato de porcelana. Por lo menos estaban buenas, pero son los especímenes más caros que he comido hasta el momento (mayo de 2016).

¿Qué más...? Necesito consultarlo. Una fuente de pescados variados que estaba buena. Y punto.

El postre, inolvidable, por lo delicioso que me pareció y porque lo tengo en fotogafía. Es fácil: Panna Cotta y Tiramisú ¡Qué buenos! El sabor y la textura, parecían perfectos. Ya se cómo saben.

Menos mal que la panacota solamente tenía dos hilos de sirope. No lo necesitaba.

Después de cenar fuimos a dar un paseo por las calles de la ciudad. Estrechas y rodeadas de agua, sus edificios, por los que parece no pasar el tiempo aunque si parpadeas, se aprecia perfectamente a través de las marcas del agua, las grietas de las ventanas y los desconchones o la ausencia de pintura.

La mayoría de la gente se ha ido a vivir a Mestre o algún otro lugar en el que no sea necesario tener un alto poder adquisitivo para llevar una vida medianamente digna. Nos lo dijeron varias personas.

La noche cambia la perspectiva de las cosas, pero disfrutamos de una gran zona de Venecia con una tranquilidad impensable. Los turistas que se hospedan allí son los dueños de las calles; también es más económico alojarse fuera de Venecia y hay que cenar. De forma esporádica algún grupo de gente joven daba algún grito o desentonaba una canción aportando la tranquilidad que da saber que no estás solo. Nos topamos con una media docena de grupos de personas que paseaba como nosotros por las calles desiertas.

 

Tras dar el paseo nocturno fuimos al hotel a descansar un rato porque al punto de la mañana nos recogía un taxi de los de allí para ir hasta el aeropuerto donde tomaríamos un vuelo a Atenas, desde donde partiríamos a Folegandros primero y a Santorini después, donde finalizaría el viaje. En este punto ya se divisaba el final del viaje. Hasta el momento, perfecto. En Italia nos trataron bien en los dos hoteles en los que estuvimos.

Todavía teníamos viaje por delante. Siguiente parada en Atenas hasta que salga el ferri que nos lleve a la isla al día siguiente. Muy mediterráneo todo.

Continuará en Atenas ...