En el viaje de Septiembre de 2015 fuimos a Sevilla después de que mi hermano lo hiciese y nos habló de la Bodega Santa Cruz. Un sitio con variedad de pinchos y tapas ricos ricos,en el centro, con buenos precios.
Muy buen sitio. Cuando llegamos estaba lleno fuera y dentro. Era el final de la hora del vermú. Nos hicimos con un rincón, pedimos dos cañas, una pringá y sin esperar demasiado se levantó una mesa y nos sentamos en ella.
Pedimos en dos tandas y la toma de contacto, dos veces pringá, carrillada, carne mechada, pepito de lomo; solomillo al whisky, buñuelos de bacalao, choco frito, lomo pedro jiménez y creo que vale. No sale nada más en las fotos.
Cuando casi estábamos terminando con la segunda tanda, el bar se había despejado bastante. Entró una pareja extranjera que observaba y anotaba en un papel lo que quería.
Entregó el papel al camarero el cual lo tomó con las dos manos y dijo, leyendo el papel: "Queridos-reyes-magos..."
Creo que ellos no lo entendieron, los demás nos reímos. Mucho. Había poca gente.
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